martes, 26 de octubre de 2010

Estás haciendo a Beethoven un marica

Después de una semana y media de flojosidad, César regresó de dondeseaqueestuviera.

No había estado estudiando lo suficiente. Una hora diaria, si acaso.


Shame on you, little waffle! SHAME!


La hora antes de la clase, que el salón 16 pudo ser mío y estudié feliz, me sentí mejor; las cosas me salían de manera fluída, y tenía por lo menos tres piezas para entregar.

Recibí un mensaje de César, avisándome de su retraso, así que tomé esos quince minutos para continuar. Al llegar al salón, me encontré una figura masculina en el piano que utilizamos los alumnos. Suelo jugar mucho frente a las personas cuando lo veo pasar; suspiro y hago ademanes de quinceañera enamorada. Por supuesto, finjo que me gusta, porque es sano para mí pensar que hay alguien que me pueda llamar la atención aunque sea sólo por su cabello. Secretamente pienso en que sería algo bueno que de hecho tuviera un sentimiento por Dios mío, por quién sea... él. Lo miré desde afuera, un poco temerosa de que alguien me cachara observándolo, tratando de escucharlo tocar.

Entré al salón,d ejé mis cosas y me dispuse a escucharlo, un poco sorprendida de que no dejara de tocar, considerando lo nervioso que es.

Paró y me sonrió.

-Te estaba esperando.

Debo admitir que la línea me pareció irreal después de toda mi cadena de pensamientos.

-César me dijo que no tiene llave, y que me quedara aquí hasta que llegaras. Pero, como ya llegaste, ya me voy.

Cerró la puerta y procedí a hacer el ritual previo a posar el trasero en la banca frente al piano.

Pero, obviamente el gel me desprecia por haberlo abandonado.

César llegó, nada contento.

Comencé a tocar el primer movimiento de la sonatina 6 de Bethoven, Opus sepalachingada. De jodido.

Pero si ya me salía bieeeeeeeeeeeeeeeen T________________T
Me reclamó las pocas horas de estudio. (Qué curioso que ya no se me hacen tan feos los regaños)
Me puso ejercicios y procedimos al segundo movimiento. Como ya sabía los staccatos me iban a joder la existencia porque eran en piano y era todo, menos los dieciseisavos (semicorcheas/doblescorcheas).
-¡Qué marica, Fátima! ¡Puñal!
Seguí tocando.
-¡Vlat! ¡No!
...Era la primera vez que maldecía en otro idioma. Osea, ¿se le acabaron las groserías en español y tuvo que recurrir a otras...? T-T
-¡Estás haciendo a Beethoven un marica!
-Y él no era.
-¡No, él no!
Oh, perdónanos, Tchaikovsky xD
Terminando la indicación para ese movimiento, a seguir con Bartok.
La canción del campesino estuvo bien ya si no... es un unísono.
La danza húgara...
-Ahí va... Sólo ten cuidado en la última parte, mantener el ritmo. Que no te vaya a salir... Poliomelítico.
...
...
...
¡POLIOMELÍTICO!
AHAHAHAHAHA xD No mames, ¿Alguien lo leyó? ¿Lo leyeron?
Suena brusco... Ok.
Suena marica... Ok.
Suena pastoso... Ok?
Suena embarrado... Ok.
Suena poliomelítico.
¡¿Qué adjetivo es ese, Jebús?!
No pude evitar cajetearme de la risa.
Él tampoco.
Estuvimos fácil diez minutos sin dejar de reír o hacerle a la broma con lo de la poliomelosis.
Luego llegó Armando porque era su turno de tomar clase, y yo me fui, a arreglar mi poliomelítico Bartok.

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