lunes, 21 de marzo de 2011

Quiéreme otra vez

Esperaba que cuando nos viéramos, la sonrisa en su rostro al verme fuera tan sincera como siempre, que se llenara de alegría, y al abrazarme no quisiera soltarme, y se cobrara cada uno de los días en los que no pudo tocarme, escuchar mi voz, sentir mi perfume. Sobre todo lo esperaba, porque era lo que deseaba hacer yo misma, era eso que yo sentía.
-Te quiero. Te quiero de manera desbordante. Te quiero a ti, y no me impide quererte ninguna de tus circunstancias, ninguna de las personas que nos rodean, y quiero decírtelo porque estoy harta de pasar mis días sin tenerte conmigo, sin ahogarme en tu risa.
Llegó, diez minutos tarde, como siempre.
Pero lo que esperé no llegó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario